Escribió Francisco de Quevedo: “Retirado en la paz de estos desiertos, con pocos, pero doctos libros juntos, vivo en conversación con los difuntos, escucho con mis ojos a los muertos”; saco esto a colación ya que ayer por la tarde me tomé un tiempo para “conversar” con uno de los grandes releyendo su obra.

Marco Aurelio fue uno de los emperadores romanos más sabios y queridos, fue conocido también como el emperador filósofo y se distinguió por defender un gobierno al servicio del deber. Quisiera compartir contigo algunas recomendaciones que nos ha dejado en su obra “Meditaciones”:

• No obres mal
• Vive frugalmente
• No fies nada a la suerte
• Corrige y cuida tu carácter
• No te sientas menospreciado ni superior
• Busca buenos maestros
• Ama el trabajo y sé perseverante
• Ama profundamente a tus hijos
• Vive conforme a la naturaleza
• No ofendas a nadie con tus declaraciones
• Ama a la familia, la verdad y la justicia
• Aprende a distinguir cuando hay que esforzarse al máximo y cuando hay que relajarse
• Brinda atención solícita a tus amigos
• Aprende a premiar a cada uno sin vacilaciones según su mérito
• Sé riguroso y constante a la hora de investigar y no te des por satisfecho con las primeras impresiones
• No repitas “estoy ocupado” ni recurras a esto para dejar de cumplir tus deberes
• No atiendas a otra cosa que no sea la razón, permanece siempre con el mismo ánimo, aun en las dificultades
• Ten serena firmeza a la hora de sostener decisiones tras sopesar pros y contras
• No discutas en público, no te entrometas en asuntos ajenos, ni te aficiones a la calumnia
• No te quejes de lo que tienes que hacer, muestra un carácter equilibrado, entre afable y sereno.

Pongámoslas en práctica, estoy seguro serán de utilidad para tener una vida más plena.